¿Te ha pasado que despiertas con la mandíbula adolorida o los dientes sensibles? Puede ser que estés apretando o rechinando los dientes mientras duermes, sin darte cuenta. A eso se le llama bruxismo, y le sucede a muchas personas sin que lo noten.
Aunque al principio puede parecer algo menor, con el tiempo puede desgastar tus dientes, causar molestias en la cara o cuello, e incluso afectar tu descanso. En esta guía te contaremos qué es el bruxismo, por qué sucede, qué señales debes observar y cómo puedes tratarlo. Todo explicado de forma clara y sin complicaciones.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es cuando aprietas o rechinas los dientes sin darte cuenta. A veces pasa mientras estás despierto, y otras mientras duermes. En cualquiera de los dos casos, ocurre de forma automática, sin que lo puedas controlar.
Puede activarse en momentos de estrés, cuando estás muy concentrado o durante el sueño profundo. Aunque muchas veces no lo notas al instante, este hábito puede desgastar tus dientes, causar dolor en la mandíbula o el cuello, y afectar la calidad de tu descanso.
Tipos de bruxismo: nocturno y diurno
- Bruxismo diurno: ocurre mientras estás despierto. Es común que las personas aprieten los dientes al trabajar, manejar o concentrarse. También aparece en momentos de enojo, ansiedad o tensión.
- Bruxismo nocturno: sucede mientras duermes, por eso muchas veces pasa desapercibido. Como no estás consciente, es más difícil de controlar y puede durar mucho tiempo sin que lo sepas.
Aunque parezca algo menor, con el tiempo puede provocar dolor en la mandíbula, desgaste dental, tensión muscular o incluso problemas para dormir bien.
¿Por qué ocurre?
No hay una sola causa. El bruxismo es una condición multifactorial, lo que significa que puede tener varias razones al mismo tiempo.
Las causas más comunes son:
- Estrés emocional o ansiedad
- Trastornos del sueño, como insomnio o apnea
- Consumo de sustancias como tabaco, cafeína o alcohol
- Mala postura, tensión muscular o hábitos nerviosos
- Factores genéticos o neurológicos
En México, estudios recientes muestran que hasta el 44 % de los universitarios tienen bruxismo, muchas veces relacionado con el estrés académico y la sobrecarga mental.
Y aunque a veces parezca solo una molestia, dejarlo pasar puede afectar mucho tu descanso y tu bienestar.
Dormir bien no es un lujo. Si algo duele, aprieta o molesta… es momento de escucharlo. Tu descanso también se cuida.
¿Cómo saber si tengo bruxismo?

A veces, el bruxismo se nota por accidente. Lo descubre el dentista en una revisión o alguien te dice que rechinas los dientes mientras duermes. Pero también hay señales claras que tú mismo puedes observar.
Dolor en la mandíbula al despertar
Si te levantas con la mandíbula adolorida o rígida, como si hubieras estado apretando los dientes toda la noche, podría ser una señal. A veces también duele la cara, las sienes, el cuello o los hombros.
Dientes gastados o sensibles
Con el tiempo, el bruxismo puede ir desgastando los dientes. Se ven más planos, con los bordes rotos o se sienten sensibles. También puede cambiar cómo encajan al morder.
Dolor de cabeza o cuello
Muchas personas con bruxismo tienen dolores de cabeza, sobre todo en la mañana. También es común sentir el cuello tenso o con presión, como si hubieras dormido mal o cargado algo pesado.
Chasquidos al abrir la boca
A veces, la mandíbula truena o se traba al abrir o cerrar la boca. Eso pasa si el bruxismo afecta una parte llamada articulación temporomandibular. En casos más avanzados, puede costar trabajo masticar o hablar.
Dormir pero no descansar
El rechinar de dientes puede interrumpir el sueño sin que lo notes. Eso hace que te levantes más cansado, de mal humor o con dificultad para concentrarte, aunque hayas dormido varias horas.
Ningún síntoma por sí solo confirma que tengas bruxismo. Pero si te identificaste con varios, es buena idea consultar a un especialista. Detectarlo a tiempo te puede ahorrar mucho dolor y ayudarte a dormir mejor.
¿Cómo se diagnostica el bruxismo?

Saber si tienes bruxismo no siempre es fácil, sobre todo si ocurre mientras duermes.
La buena noticia es que sí se puede diagnosticar, y hacerlo a tiempo ayuda a evitar problemas más graves.
Evaluación clínica: lo primero es observar
Todo comienza con una buena entrevista clínica. El dentista o profesional de la salud revisará si hay señales como:
- Dientes desgastados de forma irregular
- Dolor o tensión en los músculos de la mandíbula
- Movimientos extraños al abrir o cerrar la boca
- Molestia en la articulación de la mandíbula (ATM)
- Dolores de cabeza al despertar o rigidez en el cuello
También te hará preguntas sobre tu descanso, el estrés que manejas, si tomas café o medicamentos, y cómo te sientes al despertar.
Clasificación diagnóstica: posible, probable o definitivo
Para ayudar a entender mejor cada caso, los expertos usan una clasificación práctica:
- Bruxismo posible: cuando solo se tiene lo que la persona cuenta. Ejemplo: “me duele la mandíbula” o “mi pareja me dice que rechino los dientes”.
- Bruxismo probable: cuando además de los síntomas, el especialista encuentra señales físicas como desgaste o tensión.
- Bruxismo definitivo: cuando se confirma con un estudio del sueño.
Estudios del sueño: la confirmación precisa
El diagnóstico más exacto se hace con una polisomnografía, un estudio especial que registra lo que hace tu cuerpo mientras duermes: cómo respiras, cómo se mueven tus músculos, y cómo actúa tu cerebro.
Este estudio ayuda a detectar episodios de bruxismo y a diferenciarlos de otros problemas como la apnea del sueño.
No siempre es necesario, pero sí se recomienda cuando el caso es grave, no mejora con tratamiento o hay dudas con el diagnóstico.
Un buen diagnóstico te evita tratamientos innecesarios y permite encontrar la mejor solución. Porque no todos los casos de bruxismo son iguales… y tu descanso tampoco debería serlo.
¿Qué causa el bruxismo?

El bruxismo no tiene una sola causa. Es como un rompecabezas con muchas piezas: cómo duermes, cómo manejas el estrés, cómo te sientes cada día… todo cuenta.
Factores psicológicos y emocionales
Tus emociones también se reflejan en tu cuerpo, incluso en la mandíbula. Este tipo de bruxismo suele aparecer mientras estás despierto, sin que lo notes.
- Estrés en el trabajo o la escuela
- Ansiedad constante
- Tensión emocional guardada
- Frustración o enojo que no se libera
Cuando no encontramos forma de soltar lo que sentimos, el cuerpo lo hace por su cuenta. Y a veces, lo hace apretando los dientes.
Alteraciones del sueño
El bruxismo nocturno muchas veces aparece cuando no duermes bien. Puede estar relacionado con despertares pequeños, fases de sueño ligero o incluso con problemas como la apnea del sueño.
- Despertarte varias veces en la noche
- Dormir mal por semanas
- Tener apnea sin saberlo
Estudios del sueño han demostrado que en estos casos, el cuerpo responde con tensión muscular en la mandíbula, incluso sin que lo sientas.
Factores físicos y posturales
Tu postura también influye. Estar muchas horas frente a una pantalla o con el celular puede generar tensión sin que te des cuenta.
- Encorvarse frente a la compu o el teléfono
- Morder lápices, chicles o las uñas
- Acostarte en malas posiciones
Estas costumbres no siempre causan bruxismo, pero sí pueden hacerlo peor si ya lo tienes.
Sustancias que pueden influir
Algunas cosas que consumes pueden afectar cómo duerme tu cuerpo o cómo se activan tus músculos por la noche:
- Cafeína, sobre todo si la tomas en la tarde
- Tabaco y nicotina
- Alcohol en exceso
- Ciertos medicamentos, como antidepresivos o estimulantes
No siempre hay que dejar todo, pero sí es importante saber qué puede estar influyendo.
El contexto en México: falta de diagnóstico y tratamiento
En México, el bruxismo es muy común, pero pocas personas lo saben. Suele pasar más en mujeres adultas y estudiantes universitarios, pero muchos no van al dentista hasta que el dolor o el desgaste ya es fuerte.
Las razones son claras:
- No hay información clara y confiable
- Ir al especialista cuesta mucho
- Se normaliza el dolor como “algo del estrés”
Pero recuerda: el bruxismo no es tu culpa. Es una señal que tu cuerpo te manda. Y cuando la entiendes, puedes tratarla con cuidado… no con juicio.
¿Cómo se trata el bruxismo?

Cuando sabes que tienes bruxismo, lo primero que piensas es:
¿Y ahora qué hago?
La buena noticia es que sí hay tratamientos efectivos, y no todos son medicamentos. Lo ideal es elegir la opción que mejor se ajuste a lo que necesitas tú, según el tipo de bruxismo, su causa y qué tan fuerte es.
Férulas dentales: proteger sin medicar
Las férulas o placas oclusales son dispositivos hechos a la medida que se colocan entre los dientes por la noche. Sirven para:
- Evitar que los dientes se desgasten
- Reducir la tensión en los músculos de la cara
- Proteger la articulación de la mandíbula (ATM)
No curan el bruxismo, pero sí ayudan a que no avance y a reducir molestias. Funcionan mejor si se combinan con otras estrategias como la terapia o el manejo del estrés.
En México, algunas clínicas universitarias fabrican férulas a bajo costo, con buena calidad. Es una opción útil si el tratamiento privado se te sale de presupuesto.
Terapia psicológica: liberar lo que aprieta
Cuando el bruxismo es diurno, muchas veces tiene que ver con estrés o emociones acumuladas. En estos casos, lo que más ayuda es trabajar la parte emocional.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): para entender qué pensamientos te tensan.
- Relajación muscular progresiva
- Mindfulness o atención plena
- Biofeedback: para aprender a soltar la mandíbula cuando la estás apretando sin darte cuenta.
Estas técnicas ayudan a reducir los episodios y a que reconozcas las señales de tu cuerpo antes de que apriete.
Cambios diarios: pequeños hábitos, grandes cambios
No hace falta cambiar toda tu vida, pero sí hacer conciencia de lo que repites sin pensar:
- No muerdas tapas, hielos o las uñas
- Reduce café, alcohol y tabaco, sobre todo en la noche
- Evita masticar chicle seguido
- Haz pausas si estás muchas horas frente a la compu
- Usa notitas o alarmas que te recuerden relajar la cara
Incluso mirar tu reflejo unos minutos al día para ver si estás apretando puede ayudarte mucho. El bruxismo de vigilia mejora cuando lo haces consciente.
Medicamentos (solo en casos específicos)
En ciertos casos, el médico puede recomendar:
- Relajantes musculares por poco tiempo
- Ansiolíticos, si hay ansiedad muy fuerte
- Toxina botulínica (Botox), para relajar los músculos que más fuerza hacen al apretar
Estas opciones no son de primera línea. Se reservan para cuando hay dolor constante o ya se afecta cómo hablas, comes o descansas.
No hay una sola forma de tratar el bruxismo. Pero sí hay una que puede ayudarte a ti. Lo importante es decidir con información, no con miedo.
¿Qué hábitos ayudan y cuándo ir con un especialista?

Ahora ya sabes que el bruxismo puede parecer algo leve… pero no lo es. La buena noticia es que puedes hacer cambios sencillos en tu día a día para mejorar mucho. Y si necesitas ayuda, también hay opciones.
Aquí te comparto cosas que puedes empezar a hacer hoy.
Relaja tu mandíbula durante el día
Haz pausas cada hora y repite esta frase en tu mente:
“Lengua al paladar, labios cerrados, dientes separados.”
Parece simple, pero funciona. Este recordatorio ayuda a que rompas el hábito de apretar sin darte cuenta.
Evita morder objetos o tensar la boca
- No mastiques chicle por mucho tiempo
- No muerdas lápices, uñas, tapas ni objetos duros
- No sostengas el teléfono con el hombro: eso tensa cuello y mandíbula
Prepara tu cuerpo para dormir
Una buena noche empieza desde antes de acostarte:
- Baja el ritmo al menos 30 minutos antes de dormir
- Evita pantallas justo antes de acostarte
- No tomes café, alcohol ni fumes después de las 5 pm
- Usa música tranquila o respiración lenta para relajar tu mente
Dormir bien no solo ayuda con el bruxismo, también regula todo tu sistema nervioso.
Acude con un especialista si…
- Te duele la mandíbula al despertar más de 2 veces por semana
- Ves que tus dientes están desgastados o se ven diferentes
- Tu dentista ya te dijo que podrías tener bruxismo
- Te duele la cabeza seguido sin una causa clara
- Ya hiciste cambios… pero los síntomas no mejoran
Puedes empezar con un dentista general. Si el problema es nocturno o más severo, también puedes ir a una clínica del sueño o con un especialista en mandíbula (ATM).
En México, las universidades públicas tienen clínicas de bajo costo con personal capacitado. No dejes que el dinero sea lo que te detenga.
Cuidar tu descanso es cuidar tu salud completa.
El bruxismo sí tiene solución. Y el primer paso es empezar con información y sin miedo.
Preguntas frecuentes sobre bruxismo
¿El bruxismo se cura?
El bruxismo no siempre tiene una “cura total”, pero sí se puede controlar muy bien. Con férulas, terapia o nuevos hábitos, muchas personas logran quitar el dolor, dormir mejor y proteger sus dientes.
¿El estrés realmente causa bruxismo?
Sí. El estrés emocional es una causa muy común, sobre todo en el bruxismo diurno. La tensión que no se expresa se acumula… y muchas veces la mandíbula es quien la aguanta. Aprender a manejar el estrés es clave para mejorar.
¿El bruxismo afecta el sueño?
Sí. El bruxismo nocturno puede interrumpir tu descanso profundo, aunque no lo notes. Puedes despertarte más cansado, tener insomnio o sentirte irritable. A veces también se relaciona con otros problemas como la apnea del sueño.
¿Los niños también pueden tener bruxismo?
Sí. El bruxismo en niños existe, aunque suele ser temporal. En muchos casos desaparece solo. Pero si hay dolor, desgaste en los dientes o se despiertan mucho por la noche, es buena idea llevarlos con un dentista.
¿Rechinar los dientes siempre es bruxismo?
No siempre. Hay personas que aprietan los dientes de vez en cuando sin que eso sea un problema clínico. Se considera bruxismo cuando hay frecuencia, intensidad o consecuencias como dolor, desgaste o alteraciones del sueño.
¿Qué pasa si no lo trato?
Dejarlo pasar puede causar:
- Dientes muy desgastados
- Dolor constante en la mandíbula o cabeza
- Problemas en la articulación de la mandíbula (ATM)
- Más ansiedad o mal descanso
Cuanto antes lo atiendas, más fácil será resolverlo.
Una sola duda resuelta puede ser el comienzo de un mejor descanso.
Preguntar también es cuidarte.
Referencias
- American Academy of Sleep Medicine. (2020). International classification of sleep disorders (3rd ed.).
- Asociación Mexicana de Medicina Dental del Sueño. (s.f.). Inicio. https://ammds.org.mx
- Lobbezoo, F., Ahlberg, J., Glaros, A. G., Kato, T., Koyano, K., Lavigne, G. J., ... & Winocur, E. (2013). Bruxism defined and graded: An international consensus. Journal of Oral Rehabilitation, 40(1), 2–4. https://doi.org/10.1111/joor.12011
- Lobbezoo, F., van der Zaag, J., & Naeije, M. (2006). Bruxism: Its multiple causes and its effects on dental implants – An updated review. Journal of Oral Rehabilitation, 33(4), 293–300. https://doi.org/10.1111/j.1365-2842.2006.01611.x
- Martínez-Rodríguez, A., et al. (2021). Sleep bruxism and its relationship with anxiety, stress, and oral health status in Mexican adults. Sleep Medicine Reviews, 57, 101556. https://doi.org/10.1016/j.smrv.2021.101556
- Mayo Clinic. (2024). Rechinar los dientes (bruxismo): síntomas y causas. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/bruxism/symptoms-causes/syc-20356095
- MedlinePlus. (2023). Bruxismo – enciclopedia médica. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001413.htm
- National Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR). (2024). El bruxismo. https://www.nidcr.nih.gov/espanol/temas-de-salud/el-bruxismo
- Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). (s.f.). Clínica de sueño y trastornos respiratorios. https://www.unam.mx